El Sistema de Naciones Unidas en Colombia alerta sobre falsas comunicaciones transmitidas a través de correo electrónico, sitios web, cadenas de mensajes por whatsapp, con los cuales personas malintencionadas ofrecen dinero, donaciones, ofertas, premios; exigen consignaciones, información bancaria y personal, supuestamente otorgadas o requeridas por alguna agencia de la ONU, por sus funcionarios o con su colaboración.
Por tanto, nos permitimos informar y aclarar que las Naciones Unidas no solicitan datos sobre cuentas bancarias ni cualquier otro tipo de información personal; no ofrecen premios, galardones, fondos, certificados, becas o rifas. Tampoco solicita cobros en ninguna etapa de los procesos de contratación (aplicaciones, entrevistas, procesamiento, formación, visas, u otros conceptos).
Alertamos a las personas a que actúen con extrema cautela frente a estos ofrecimientos y a que confirme la información contactándonos por medio de nuestros canales oficiales de información que podrán encontrar en nuestra página web. En apego nuestros principios y mandato, la ONU reitera a la ciudadanía su compromiso con velar por la no-vulneración de sus derechos y de operar al servicio de Colombia con total transparencia.
Entre las entidades que falsamente afirman estar relacionadas con las Naciones Unidas se encuentran:
“United Analyze”
El “Programa Nacional de Concienciación sobre el VIH/SIDA” “National Awareness Program on HIV/AIDS” y el programa de “Asociación Mutua” “Mutual Partnership”
La “Organización Gubernamental Internacional” “International Governmental Organization” falsamente relacionada con el ACNUR y la UNESCO
La “Lotería de las Naciones Unidas” (“United Nations Lottery”)
Agencia financiera de la ONU “UN Swissindo”
La “Dependencia de Lucha contra el Terrorismo y el Blanqueo de Dinero de las Naciones Unidas” (“United Nations Organization Anti-Terrorism/Money Laundering Unit”),
Órdenes stop de las Naciones Unidas” (“United Nations Stop Orders”)
International organization chaplain’s word association pro defenders of human rights
Asociación mundial de capellanes pro derechos humanos
El COVID-19 ha afectado terriblemente a más de 476 millones de indígenas en todo el mundo.
A lo largo de la historia, los pueblos indígenas han sido diezmados por enfermedades traídas de otros lugares, frente a las que no tenían inmunidad.
Es fundamental que los países reúnan los recursos precisos para responder a las necesidades de esos pueblos, honrar sus contribuciones y respetar sus derechos inalienables.
Antes de la pandemia actual, los pueblos indígenas ya hacían frente a situaciones arraigadas de desigualdad, estigmatización y discriminación.
El acceso insuficiente a la atención de la salud, el agua limpia y el saneamiento los hace más vulnerables.
Los pueblos indígenas trabajan principalmente en oficios tradicionales y en economías de subsistencia o en el sector informal.
Todas esas esferas se han visto perjudicadas por la pandemia.
Las mujeres indígenas, que suelen ser las principales encargadas de alimentar y nutrir a sus familias, han sufrido efectos especialmente duros debido al cierre de los mercados de artesanía, productos agrícolas y otros bienes.
También debemos aliviar urgentemente la difícil situación de los niños indígenas que no tienen acceso a oportunidades de aprendizaje virtual.
En todo el mundo, los pueblos indígenas han estado a la vanguardia de la demanda de medidas ambientales y climáticas.
La falta de aplicación de las medidas de protección ambiental durante la crisis ha dado lugar a que mineros y madereros ilegales hayan usurpado extensiones crecientes de territorios de los pueblos indígenas.
Numerosos indígenas han sido víctimas de amenazas y violencia, y muchos han perdido la vida.
Frente a esas amenazas, los pueblos indígenas han demostrado una resiliencia extraordinaria.
Las comunidades indígenas con autonomía para administrar sus tierras, territorios y recursos han mantenido la seguridad alimentaria y han asegurado la atención de la salud mediante los cultivos y la medicina tradicionales.
En Tailandia, el pueblo karén ha recuperado el kroh yee, un ritual ancestral que consiste en cerrar la aldea, para luchar contra la pandemia.
Estrategias similares se han aplicado en otros países de Asia y América Latina, donde las comunidades han cerrado la entrada a sus zonas.
Hacer realidad los derechos de los pueblos indígenas implica garantizar su inclusión y participación en las estrategias de respuesta al COVID-19 y de recuperación posterior.
Se debe consultar a los pueblos indígenas respecto de todas las iniciativas orientadas a reconstruir con más solidez y recuperarnos mejor.
Desde el comienzo de la pandemia mundial, los organismos de las Naciones Unidas han venido trabajando para defender los derechos de los pueblos indígenas.
Hemos estado ayudando a preservar la salud y la seguridad y a proporcionar acceso a medidas de protección social y a oportunidades económicas.
El sistema de las Naciones Unidas sigue decidido a hacer realidad la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y a apuntalar la resiliencia de esos pueblos.