El Sistema de Naciones Unidas en Colombia alerta sobre falsas comunicaciones transmitidas a través de correo electrónico, sitios web, cadenas de mensajes por whatsapp, con los cuales personas malintencionadas ofrecen dinero, donaciones, ofertas, premios; exigen consignaciones, información bancaria y personal, supuestamente otorgadas o requeridas por alguna agencia de la ONU, por sus funcionarios o con su colaboración.
Por tanto, nos permitimos informar y aclarar que las Naciones Unidas no solicitan datos sobre cuentas bancarias ni cualquier otro tipo de información personal; no ofrecen premios, galardones, fondos, certificados, becas o rifas. Tampoco solicita cobros en ninguna etapa de los procesos de contratación (aplicaciones, entrevistas, procesamiento, formación, visas, u otros conceptos).
Alertamos a las personas a que actúen con extrema cautela frente a estos ofrecimientos y a que confirme la información contactándonos por medio de nuestros canales oficiales de información que podrán encontrar en nuestra página web. En apego nuestros principios y mandato, la ONU reitera a la ciudadanía su compromiso con velar por la no-vulneración de sus derechos y de operar al servicio de Colombia con total transparencia.
Entre las entidades que falsamente afirman estar relacionadas con las Naciones Unidas se encuentran:
“United Analyze”
El “Programa Nacional de Concienciación sobre el VIH/SIDA” “National Awareness Program on HIV/AIDS” y el programa de “Asociación Mutua” “Mutual Partnership”
La “Organización Gubernamental Internacional” “International Governmental Organization” falsamente relacionada con el ACNUR y la UNESCO
La “Lotería de las Naciones Unidas” (“United Nations Lottery”)
Agencia financiera de la ONU “UN Swissindo”
La “Dependencia de Lucha contra el Terrorismo y el Blanqueo de Dinero de las Naciones Unidas” (“United Nations Organization Anti-Terrorism/Money Laundering Unit”),
Órdenes stop de las Naciones Unidas” (“United Nations Stop Orders”)
International organization chaplain’s word association pro defenders of human rights
Asociación mundial de capellanes pro derechos humanos
Hoy, 18 de diciembre de 2020, conmemoramos el día del migrante, en medio de la pandemia por COVID-19. A pesar de los desafíos que ha conllevado esta situación, queremos destacar tres historias de valentía, determinación y empoderamiento de nacionales venezolanos que quieren contribuir a la construcción de comunidades más incluyentes.
Mujeres valientes
Deilin Salazar y Rosaria Piermattei son dos mujeres nacionales venezolanas unidas por un mismo propósito: rehacer sus vidas en Colombia y darle a sus hijas un futuro lleno de oportunidades. Desde el Centro de Atención Transitorio al Migrante (CATM) de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Villa del Rosario, Norte de Santander, nos compartieron sus historias y su firme determinación por salir adelante.
Deilin, su esposo y sus hijas pasaron “unos días de campo” viviendo en la ribera de un río en la frontera entre Venezuela y Colombia. Así se lo explicó Deilin a las niñas para restarle crudeza a esta situación. Hace un año llegaron a Cúcuta buscando mejor suerte y al poco tiempo encontraron opciones de vida en la venta callejera de bebidas. Sin embargo, la pandemia por el COVID-19 derrumbó lo que habían logrado.
Vivian Velazco es una caraqueña graduada en Educación Pre-escolar, que actualmente se desempeña como lideresa comunitaria en La Fortaleza, un asentamiento no formalizado ubicado en la periferia del casco urbano de Cúcuta, Norte de Santander, donde llegan refugiados y migrantes provenientes de Venezuela.
Con el ánimo de aportar a su comunidad de acogida, Vivian se acercó al comedor comunitario de La Fortaleza a cargo de la Arquediócesis de Cúcuta, a ofrecerse como voluntaria para enseñar a leer, a niños de entre cuatro y siete años. Ahí tuvo la oportunidad no solo de servir a través de su profesión como docente pre-escolar, sino también de darse a conocer entre los habitantes del asentamiento. “Yo terminé el proyecto con las monjitas y todavía todo el mundo en la comunidad me llama ‘Profe Vivian’”, relata entre risas.
Jarvis y la generación que ayuda a crecer a otros con el arte
Unas cuarenta personas han pasado por la casa de Jarvis Sánchez desde hace dos años, cuando llegó de Venezuela para instalarse en la Comuna 8 de Medellín. Son muchos los compatriotas que ha visto en busca de un nuevo destino, pero muchos más los que ha apoyado con su talento artístico y sus ganas.
A sus 31 años, es presidente y representante legal de la Corporación Generación Pjota (Pazaporte de Jóvenes con Talento) como decidió nombrar la agrupación cultural con la que ayuda a que otros jóvenes nacionales venezolanos y de la comunidad de acogida, desarrollen habilidades artísticas. “Creamos eventos, obras de teatro, títeres, hacemos recreación… y apoyamos con voluntariado para ayudas sociales”, dice este abogado y comunicador que habla de corrido, adelantándose a las curiosidades de su interlocutor.